lunes, 13 de febrero de 2017

Rompamos pantallas

Los hijos compiten con los móviles por la atención de sus padres

El papel se rasga a una velocidad trepidante mientras la niña grita de alegría. Entre sus manos tiene los dos trozos de lo que queda de la revista que está destrozando ante los ojos de su madre. La pequeña deja ir un grito de júbilo que rebota por todo el autobús. Algún pasajero se gira molesto: la escena se lleva repitiendo cada pocos minutos desde que se ha iniciado el trayecto. La madre, con voz blanda y tolerante, le pida a la niña que deje la revista. 

Al encontrarse en el centro del autobús, pocos ven el interior del carrito acomodado en la zona sin asientos, pero estirando un poco el cuello se puede contemplar el espectáculo: una criatura de un año de edad, aproximadamente, se entretiene rasgando una revista de lo más colorida y soltando los restos de esta por el suelo. La madre parece no prestar demasiada atención a su hija. Oigo que se rasga de nuevo el papel ante la pasividad de la madre i me giro para contemplar bien la escena: la niña abre los brazos llena de alegría mientras la madre, a su lado, presta toda su atención a la pantalla de su móvil.

Las nuevas tecnologías han facilitado muchos aspectos de nuestra vida, pero están empeorando otras. Actualmente algunos hijos tienen que competir con los teléfonos móviles para ganarse la atención de sus padres. Esta preocupación se está reflejando ya en algunos medios de comunicación, donde aconsejan reservar cierto tiempo para la familia dejando al margen nuestros dispositivos. 

Nota de la profesora de Texas
En un artículo de la periodista Patti Neighmond, se muestra la preocupación de pediatras como el Dr. Jenny Radesky, que explica que esta dependencia a nuestro Smartphone no sólo puede afectar a la relación que los padres tengan con sus hijos, sino que también puede afectar al propio desarrollo del pequeño. 

Hemos llegado a tal punto que algunas situaciones se han hecho virales, como es el caso del cartel que colgó una maestra de Texas, pidiendo a los padres que dejaran de lado sus móviles cuando fueran a buscar a sus hijos al colegio. Quizás deberíamos hacer un poco de caso a esta maestra y prestar más atención a los pequeños de la familia. Debemos romper las barreras que construyen nuestras pantallas.

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